sábado, 21 de diciembre de 2013

¡La fiesta de Navidad!

Sabemos de sobra que os quedasteis con el gusanillo de saber (si es que no estuvisteis aquí para verlo) qué hicimos el día 18 de este mes de diciembre para celebrar la Navidad.

Es bien sabido que por estas fechas, muchos prefieren estar en familia, comprar turrones y mazapanes y compartir el que quizás sea el momento más especial del año: las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Por ende, muchos de nuestros chicos van con sus seres queridos por unos días, pero eso no impide que nosotros queramos celebrar con ellos también. Por eso hacemos una fiesta de Navidad. ¿Queréis saber cómo fue? Pues seguid leyendo.

Todo empezó a inicios del mes de diciembre, pues pusimos a fluir las ideas y, tras una reunión de "brainstorming" ("lluvia de ideas", en cristiano puro y duro), decidimos que debíamos hacer algo mucho más diferente de lo que normalmente hacemos. Así que, basándonos en los espectáculos que dan los verdaderos profesionales, sacamos ideas muy ingeniosas.

Todo empezó por dejar el salón de actos a oscuras y pedir a todos los empleados de Los Centros Los Robles y Los Delfines que nos echaran una mano; así pues, contamos con acomodadoras, brujas navideñas, con Papá Noel, niñas de "San Idelfonso de Los Robles" para hacer hacer un sorteo -con sus respectivos notarios, un payaso, tres divos hispano-italianos a lo Tonino Carotone, dos enanos, un ciclista a lo Indurain, un iluminador, etc.. Fue un ejemplo maravilloso de colaboración y voluntad.

Pero una fiesta de estas fiestas necesita una previa, así que el mismo día 18 de 11:30 a 13:00, se hizo un "precalentamiento" navideño en el Taller de Habilidades Manuales, en donde varios de nuestros chicos dieron discursos, recitaron poesía e incluso se atrevieron con cuentos propios de las fiestas. Sin faltar, claro, una lista de canciones navideñas... "Los peces en el río", "Feliz navidad"...
Uno de los residentes leyendo la poesía "Jesús, el dulce, viene" de Juan Ramón Jiménez.
De fondo las tarjetas navideñas ganadoras del concurso de este año.
Mientras tanto, el salón de actos ya estaba preparado para lo que horas después sería un gran espectáculo. Desde la colocación de las sillas hasta la iluminación, pasando por el maquillaje o atrezzo fue hecho en tiempo récord. Los guiones y la música fueron elaborados al detalle y así, a las tres en punto de la tarde empezó el show.

Sonidos espantosos, gritos, música de suspense y, ¿una sierra eléctrica en la oscuridad? No, eran dos batidoras que se habían desaparecido de la cocina.

Pero al acabarse la música empezó a sonar la sonrisa más famosa del mundo: la de Papá Noel (Santa Claus, San Nicolás, etc.) que traía el invierno ya para todos. Arrojando nieve y deseando felices fiestas dábamos otra sorpresa a los nuestros.
La nieve entró en el salón de actos.

Luego vendrían nuestros galanes preguntándose "¿Por qué voy a creer yo en el amor?". Aquí una instantánea:
"E' un mondo difficile. E vita intensa. Felicita' a momenti e futuro incerto" como dice la canción.

Siguieron las risas y las sorpresas. En los intermedios éramos mágicamente amenizados por la inconfundible belleza del saxo de Mai, quien a veces se vio cautivado por el baile del Fantasma de las Navidades Pasadas...

Un duelo de vaqueros y hasta la puesta en escena de un número de payaso siguieron sacando carcajadas a nuestros chicos. El payaso usó la bella melodía de Las Danzas Españolas de Sarasate y su "Malagueña" Op. 21, Nº1 para retratar la conquista de un amor imposible:
El payaso, en una de sus demostraciones de valor y torpeza con guantes de boxeo.
Llegó el momento de oro de los compañeros de Los Delfines. Ellos nos embelesaron con un espectáculo con luces negras y cantando "Santa Lucía" de Miguel Ríos. Cautivador de principio a fin.
Los Delfines nos sorprendieron con música y un espectáculo visual admirable.
Y para sacar más risas, tres de nuestros compañeros reinterpretaron uno de los gags más famosos de la comedia. Uno de los Tricicle y la bici estática...
Una rueda se había pinchado en pleno puerto.
Las sorpresas siguieron y, con carteles, gorros, guitarras y mucho duende, un grupo de residentes nos cantó el "Campana sobre campana":
Todos nos felicitaron con una revisión flamenca del villancico.

De repente empezaron a sonar los Backstreet Boys y salieron al escenario unos enanitos peculiares a bailar. Las risas fueron a borbotones.
En pleno éxtasis de "Thriller" de Micheal Jackson.
Así fueron pasando uno a uno diversas actuaciones, con cambios estéticos radicales incluidos, hasta llegar al cénit de la tarde: el sorteo de una Cesta de Navidad para uno de los residentes. La cual contaba con refrescos, chucherías y demás regalos para un solo ganador. Veréis, en la mañana del 18, en el precalentamiento navideño, repartimos entradas para la fiesta de la tarde. El precio de la misma era muy asequible: una sonrisa y una felicitación navideña; en cada entrada había un número y ellos debían guardarlas después de que nuestras bellas acomodadoras les ubicaran en el salón. Así pues se dio paso al sorteo:
Todos los compañeros acudieron a la llamada. Aquí nuestras "Niñas de San Idelfonso", un divo italiano y dos notarios peculiares.

El ganador recibiendo su premio.


La cesta.
El número premiado fue el 168 y una mano se alzó entre la audiencia. Teníamos un ganador. Así que se procedió a revisar el boleto y, tras dos besos de cada una de nuestras niñas, se le hizo entrega de la cesta. La felicidad era palpable. Hemos de reconocer que el ganador compartió su cesta con muchos de sus compañeros.

Pues, amigas y amigos, a nosotros sólo nos queda desear felices fiestas a todo el mundo. Os invitamos a que nos visitéis y conozcáis y, si os apetece, forméis parte de esta gran familia que tenemos en los Centros Los Robles y Los Delfines.

Visitad nuestra web AQUÍ. Os dejamos con una instantánea de nuestro Belén gigante por la noche.

Os dejamos otra postal de nuestro entorno, ahora escarchado, y el Ángel presidiendo la entrada del Centro Los Robles.


¡Feliz Navidad a todos!

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