Hola, amigas y amigos. Una vez más nos encontramos por aquí, esta vez para cumplir lo prometido: mostrar cómo nos fue en la Cabalgata de Reyes que, desde hace más de 20 años, organizamos en el Centro Los Robles para la más de veintena de pueblos de la Merindad de Montija. Un trabajo conjunto con el Ayuntamiento de la Comarca que hacemos con mucha ilusión y presteza.
El salón de actos se prepara a conciencia para recibir a los cientos de niños y niñas (y los no tan niños y niñas también) y que éstos dejen caer sus quijadas al ver a sus majestades.
Esta es una oportunidad magnífica para nuestros residentes, ya que desde la preparación del salón de actos y demás instalaciones, hasta su ubicación dentro del recinto, les permite socializar con nuestros visitantes y aislar cualquier sentimiento de exclusión en fechas tan importantes. Ellos, al igual que el resto de personas en este país, también tienen derecho a chuches, dulces y un saludo de Melchor, Gaspar y Baltasar, ¿no? Y tan felices ellos.
Todo estaba preparado, pues. Así que a las 17:30 arrancó el espectáculo con un número hilarante de payasos. Sus bromas, su manera de hablar, sus gestos... todo el conjunto daba como resultado una carga enorme de carcajadas por parte de la audiencia. Un espectáculo inolvidable.
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| Payasos en el gag inaugural. |
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| En plena acción clown. |
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| Las risas infantiles inundaban el salón de actos del Centro Los Robles. |
Poco después intervendría un mago misterioso que nos llenaría de trucos que nos llevaron a todos a darle ovaciones continuas. Nos dejó sin aliento.
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| Una valiente subió al escenario a colaborar en una ilusión. |
De repente teníamos un invitado especial. ¿Quién vive en una piña debajo del mar? Pues eso, Bob Esponja y los payasos salieron al escenario para el disfrute de los más pequeños (y más de algún mayor también). Bailaron, cantaron e interpretaron gags de lo más ingeniosos.
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| Todos los niños se emocionaron de ver a Bob Esponja. |
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| Un grupo de ellos bailaron con Bob y los payasos. |
Mucha música, risas, aplausos e ilusión reinaban en nuestro salón de actos. Ya sólo faltaba el trío que todos esperaban: los Reyes Magos. Mientras todo esto de arriba ocurría, los pajes y los reyes se preparaban para saltar al escenario. Con la asistencia de varios de nuestros internos y compañeros, que se prestaron para disfrazarse y para ayudar con el vestuario, logramos tener un grupo que, poco después, deslumbraría a los pequeños de la comarca.
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| Una compañera ayudando a un residente a vestirse como Paje Real. |
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| A medio camino. Faltan los Reyes y alguna que otra peluca. |
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| ¡Sólo falta Melchor! |
Salieron los Reyes Magos como de la nada y caminaron entre los asistentes. Las caras de ilusión de los niños es algo que todos no olvidaremos y, como es obvio, no nos cansamos de ellas. Sus sonrisas, sus manos extendiéndose para estrechar la mano de su Rey favorito. Todo algo muy... mágico.
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| Melchor, Gaspar y Baltasar entre la multitud. |
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| Los tres Reyes y sus pajes en el escenario. |
Al llegar al escenario Melchor dio un discurso a los niños y Gaspar pronunció unas palabras de agradecimiento al Ayuntamiento y al Centro. Y empezó el reparto de regalos.
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| Un pequeño recibiendo un regalo de Sus Majestades. |
Luego llegó el momento de repartir bolsas con chucherías para todos los niños.
Nadie se perdió la oportunidad de tomarse una foto con los Reyes. Una vez acabado el acto, muchos padres y abuelos se acercaron para agradecernos a todos por este inconmesurable esfuerzo, que a priori parece una banalidad, pero que requiere su tiempo y un equipo con ganas de trabajar.
Ya sabéis que podéis contactar con nosotros por
AQUÍ si os queréis a nuestra familia. Un saludo a todos. Buen año. Esperamos que los Reyes hayan sido buenos con todos. Hasta la próxima.
